Ciudades suizas, vanguardia del reciclaje mundial

Los suizos reciclan el 51% de sus desechos; destacando el reciclado del 90 % de las latas de estaño y aluminio y 92% del vidrio.

Por Juan Carlos Machorro > @juanmachorro

Suiza es el líder global del reciclaje y compostado del mundo ya que se deshace del 51% de su basura de la forma correcta. Alemania sigue liderando la lista con un 65 %, junto a otros países europeos, según la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

Suiza es la nación número uno comiendo chocolates y quesos; también se encuentran entre los mayores bebedores del mundo y gracias a su alto nivel de vida (sus ingresos per cápita superan los 4.800 euros mensuales, según el Banco Mundial), no suelen privarse de nada a la hora de comprar. Sin embargo, ante dicha realidad de consumo, cabría preguntar, cómo es que reciclan en dichos porcentajes.

Según explica un estudio realizado por la Universidad de Lausana, lo anterior se debe a que tienen un sistema muy estricto en cuanto a cómo y qué reciclar. 

Las cifras oficiales presentadas por Suiza demuestran que sus habitantes son capaces de reciclar el 90 % de las latas de estaño y aluminio y una cifra algo mayor (92 %) de los envases de vidrio, que es gratuito, para que éstos no sean parte de sus propios desechos.

En cuanto al cartón y papel, en las ciudades suizas suele haber un día determinado para deshacerse gratis de los mismos, que los habitantes respetan, colocando en puntos específicos estos materiales que recoge sus camiones recolectores.

Por otro lado, para reciclar los desechos orgánicos, existen bolsas específicas para ello que deben ser adquiridas por los suizos en sus tiendas de autoservicio, que de esta forma están pagando por reciclar y compensando de algún modo su exceso de consumismo.

En varias ciudades las tasas de reciclaje están controladas por tarjetas magnéticas; cada ciudadano registra la cantidad de residuos que está depositando, ya que éstos se pesan al colocarlos en el contenedor. Este sistema asegura la imparcialidad en cuanto a las tarifas pues a fin de mes se contabiliza lo reciclado mediante la tarjeta y se paga exactamente por lo que cada uno se preocupó de reciclar.

La mayoría de la basura suiza es incinerada y las estaciones de reciclaje permiten la eliminación separada de aluminio, vidrio, botellas de plástico y papel, así como artículos para el hogar, productos electrónicos y baterías. En cuanto a los desechos orgánicos, en general cada ciudad tiene su propia planta de compostaje, donde los habitantes pueden solicitar abono para sus jardines y huertos, producto de lo que ellos mismos consumieron y pagaron para reciclar.

ANTECEDENTE DE SU TRABAJO AMBIENTAL

Suiza consiguió ser una nación de grandes avances ambientales debido a que a principios de los años ochenta padecieron problemas ecológicos en sus ríos y lagos que estaban contaminados con fosfatos y nitratos, la tierra del campo tenía presencia de metales pesados y la gente producía varias toneladas de basura cada mes que no eran reciclados en gran cantidad.

De ahí que las leyes y los propios ciudadanos cambiaran su perspectiva de cuidar su nación, comenzando con políticas y educación en la clasificación de basura, lo cual es una obligación para todos sus habitantes.

RECICLADO EN EUROPA

Las tasas de reciclado más elevadas que registra la Unión Europea son Austria, con una tasa del 63%, seguida de Alemania (62%), Bélgica (58%) y los Países Bajos (51%), que son los únicos miembros que ya superan el objetivo de reciclaje de residuos en un porcentaje del 50%.

En cuanto a Suiza, aunque no es miembro de la Unión Europea, está considerado como un país ejemplar en el trato de residuos, con un porcentaje del 51% de basuras urbanas tratadas. 

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