Sismos en la época prehispánica

¿Cuándo fue el primer terremoto en México?

En 14455: » (…) la tierra se agrietó y las chinampas se derrumbaron; y la gente se aniquilaba a otra a causa del hambre».

Esta primera descripción de un terremoto en México aparece en los Anales de Tlatelolco, la relación histórica más antigua en lengua náhuatl.

Lo que hoy es un territorio ocupado por una ciudad llena de Palacios, monumentos y grandes edificios que destacan el avance arquitectónico en nuestro país, antes,  se asentaba sobre chinampas, islotes de piedra, tierra y cañas.

¿Cómo enfrentaba la vieja Tenochtitlán un sismo?

De acuerdo con los códices, los pueblos prehispánicos creían que tenían una relación directa con heladas, nevadas, actividad volcánica, o bien, eclipses y cometas.

Sin embargo, hay poca información acerca de los sismos durante esta época. El resto viene de los escritos de frailes, soldados y cronistas.

No fue sino hasta hace 100 años que en México se pudo tener información cuantitativa acerca de los temblores, con lo que se acabaron las descripciones cualitativas y pudimos asignar un valor de intensidad a estos fenómenos.

Tras la llegada de los españoles, la religión estaba tan presente en la vida cotidiana que los sismos se median con rezos: el temblor duró un credo, el temblor duró dos salmos o el temblor duró un salmo rezado con devoción.

Los códices nos demuestran que los sismos no son nada nuevo, la diferencia está en cómo asumimos las consecuencias, cómo nos preparamos para enfrentarlos y cómo pensamos reconstruir lo que ahora es nuestra ciudad en un lugar seguro y preparado para este tipo de fenómenos.

 

Fuente: El País

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