A sus 87 años, el japonés Arata Isozaki gana el Premio Pritzker 2019

Al recorrer sus obras más importantes, el catálogo de Isozaki consta de edificios brutalistas, orgánicos, posmodernos, high-tech, decontructivistas, minimalistas, etcétera.

El arquitecto y urbanista  japonés Arata Isozaki, de 87 años, fue galardonado con el Premio Pritzker 2019 por una obra “que supera el marco de la arquitectura para plantear cuestiones que trascienden eras y fronteras”, según el fallo del jurado, anunciado en días pasados en Chicago.

Arata Isozaki (1931) se convierte en el octavo arquitecto japonés que obtiene el premio, con lo que se convierte en miembro del grupo formado por Kenzo Tange (1987), Fumihiko Maki (1993), Tadao Ando (1995), Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa (2010), Toyo Ito (2013) y Shigeru Ban (2014).

Considerado un visionario por sus colegas, Isozaki siempre se ha enfrentado a su labor como arquitecto con un profundo compromiso con el arte del espacio y con una precisión y destreza demostradas en las técnicas de construcción, en la interpretación de la ubicación y el contexto y en la intencionalidad de los detalles.

Una vida marcada

Arata Isozaki atestiguó, a los 14 años de edad, los bombardeos atómicos contra Hiroshima y Nagasaki, además de su pueblo natal, Ōita, Isla de Kyushu.

Por ello, la desolación, el punto cero, el vacío de la arquitectura, poblaron la mente de un joven que empezó a pensar en cómo reconstruir su país.

Al graduarse del Departamento de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Tokio en 1954, Arata comenzó a trabajar con Kenzo Tange.

Después, Isozaki realizó dos obras en Ōita: la Sala Médica Medicalita ll y la Biblioteca de la prefectura de Ōita, ambas inspiradas por el brutalismo europeo y muy convenientes para el ambiente que se vivía en un país devastado por la guerra, edificios fuertes, permanentes, indestructibles.

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Legado

De acuerdo con Sejima Kazuyo, miembro del jurado, Isozaki “se convirtió en el primer arquitecto japonés en forjar una relación profunda y duradera entre el este y el oeste”.

Prueba de este vínculo encontramos obras como el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles (1981-1986), su primer gran trabajo fuera de Japón, el Palau Sant Jordi (1983-1990), estadio construido para las Olimpiadas de Barcelona 1992; Team Disney Building (1987-1990, Florida), Centro Cultural de Shenzhen (1998-2007 Shenzhen, China); Pala Alpitour (2002-2005 Turín, Italia), estadio de hockey sobre hielo para los Juegos Olímpicos de Invierno 2006; Academia Central de Bellas Artes, Museo de Arte (2003-2008 Beijing, China); Torre Allianz (2003-2014 Milán, Italia); Centro Nacional de Convenciones de Qatar (2004-2011 Doha, Qatar); Shanghai Symphony Hall (2008-2014 Shanghai, China); y Museo Provincial de Hunan (2011-2017 Changsha, China).

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