Basándose en el plan integral Movilidad 3.0, es posible establecer tiempos e indicadores que permitan evolucionar a una política pública.
Por Alfonso Vélez > @avelezig y Jaime Ferrer > @JaimeFerrerA_
Estamos convencidos de que la Ciudad de México es la urbe más avanzada en temas de movilidad en el país, su sistema BRT (Metrobús) es uno de los mejores de Latinoamérica; en la línea 5 se ejecutó un proyecto integral de calle completa en el que se rescató todo el trayecto de pared a pared. Su programa de bici pública (Ecobici) ha alcanzado un alto nivel de ocupación.
Se ha iniciado la modificación de intersecciones para convertirlas en pasos seguros para los peatones y ciclistas. La inclusión a C40 –un grupo de ciudades líderes comprometidas a combatir el cambio climático– y al programa sueco VisionZero son dos grandes pasos que se han dado. Además, junto con la modificación al Reglamento de Tránsito, enfocado en proteger a los usuarios más vulnerables, y el programa Fotomulta, se ha alcanzado la impresionante disminución de 113 muertes menos por accidentes viales en tan sólo un año (2015 vs. 2016), así que la CDMX va por buen camino para convertirse en una Ciudad Movilidad 3.0.
EL CORAZÓN DE UNA URBE INTELIGENTE
Consideramos que todos estos esfuerzos, más los que sugerimos a continuación, deben ser enmarcados en un “Plan Integral de Movilidad”, que se encuentre enfocado en tres aspectos: seguridad vial, eficiencia en los traslados de las personas y sustentabilidad, los cuales sean la base de implementación de una política pública. Este proyecto podría tener ejes macro que mencionamos a continuación.
DEJAR ATRÁS LAS MUERTES Y LESIONES DE TRÁNSITO
En 2014 en la CDMX perdieron la vida 833 personas por accidentes de tránsito, de ellas 464 fueron peatones. El costo de los percances viales para sus habitantes fue de poco más de cuatro mil millones de pesos (fuente Conapra). De ahí la relevancia de proteger a los transeúntes, ya que representaron 55.7% de las defunciones. Es necesario continuar y ampliar los programas de control de infracciones por medio de dispositivos tecnológicos en, al menos, las 200 intersecciones más peligrosas, hasta cubrir los puntos con más riesgo de excesos de velocidad, además de que se requiere rediseñar calles e intersecciones para convertirlas en pasos seguros.
PROTEGER EL AMBIENTE Y LA CALIDAD DE VIDA
El futuro del planeta está en las grandes urbes, ya que se estima que para 2050 casi 70% de las personas vivirá en ellas. Tenemos que pensar integralmente en soluciones enfocadas en la movilidad sustentable, por lo que proponemos instalar sensores de medición de gases y partículas contaminantes a nivel de calle, en los tramos e intersecciones más conflictivos de la ciudad, y, de esta manera, por medio de la plataforma SmartMobility, monitorear las condiciones medioambientales y tomar decisiones de planeación urbana.
Una vez identificados los puntos críticos se pueden instalar reductores contaminantes BioUrban, así como reforestar espacios públicos, a fin de contrarrestar la contaminación en los puntos más conflictivos. Algo que es políticamente muy complicado de llevar a cabo, pero que ha demostrado ser la mejor solución, tanto en congestionamiento vial como en contaminación, es la tarifa variable por congestión, debido a que contaríamos con sensores a nivel de calle, donde se podría contemplar la tarifa a niveles de contaminación.
Por otro lado, es muy importante incluir dentro del plan una estrategia de resiliencia que permita controlar el riesgo de inundaciones, como colectores fluviales y equipamiento recreativo en espacios públicos con captación de agua en caso de desastre.
IMPULSAR UNA CIUDAD CAMINABLE Y CICLISTA ES NECESARIO QUE EL GOBIERNO DE LA CDMX CONTINÚE MEJORANDO LA CALIDAD DE TRANSPORTE PÚBLICO, LLÁMESE METRO O METROBÚS, PERO TAMBIÉN AMPLIANDO LA RED DE ECOBICI, CON MÁS BICICLETAS, ESTACIONES Y CICLOVÍAS.
HACER EFICIENTE EL TRASLADO DE LAS PERSONAS
Con el propósito de poder tomar decisiones precisas en cuestión de movilidad es necesario disponer de datos valiosos de cómo se mueve la ciudad, por tanto, implementar un Centro de Monitoreo de la Movilidad es imprescindible para la CDMX; ahí se concentrarían los grandes datos del flujo vehicular motorizado y no motorizado, así como los de sensores de gases y partículas contaminantes. Además, se necesitarían asignar recursos humanos capaces de explotar dicha información, para finalmente tomar decisiones inteligentes de transporte, infraestructura, espacios públicos e, incluso, vivienda, para poder así evaluar los resultados de cada intervención.
Y esto sería básicamente contratando a autotraffic o que?
Un artículo muy tendencioso.