Buscando ciudades saludables

El arquitecto y diseñador urbano, Jan Gehl, compartió 5 propuestas para mejorar el diseño de las ciudades modernas.

Por La Redacción > @citymanager_

Las calles y localidades de las ciudades del mundo están obligadas a satisfacer y mejorar la salud, calidad de vida y bienestar de todos sus habitantes, por lo que el arquitecto Jan Gehl, fundador de la consultora Gehl Architects y autor de libros como “Cities for People” y “How to Study Public Life”, compartió cinco consejos sobre la importancia del diseño de las metrópolis en las condiciones de vida de las personas durante una conferencia que dio en el Instituto Van Alen de Nueva York.

  • Imaginar ciudades sin autos y con más posibilidades para caminar El arquitecto Jan Gehl planteó que el cambio climático y la salud pública deben ser la importancia más clara de los planificadores urbanos, ya que las ciudades han sido ideadas para que las personas pasen todo el día sentados en sus coches, generando graves problemas de salud y peores efectos a la capa de ozono por la contaminación emitida por los gases de los autos.
  • Incentivar a que la gente salga de sus refugios privados Gente caminando y habitando los espacios públicos le da vida a una ciudad, promueve la inclusión social y genera un sentido de confianza y seguridad, por lo que un diseño urbano que invite a disfrutar del espacio público hace a una ciudad incluyente y dinámica.
  • Pensar en una ciudad generadora de sentimientos Las ciudades, explica Gehl, deben ser construidas en torno al cuerpo y sensibilidad de los seres humanos, ya que de esta forma será posible que los residentes vivan su hogar de acuerdo a sus máximas capacidades; generar experencias multi-sensoriales hace que la gente disfrute su entorno y despierte sus sentidos.
  • Transporte efectivo, accesible, alternativo y equitativo Una ciudad que no requiera de los autos ha logrado un transporte equitativo. Los gobiernos locales deben redoblar esfuerzos para hacer que los habitantes no destinen gran parte de su presupuesto al transporte, ya que eso solo se le puede garantizar a quienes viven en las áreas más céntricas de las ciudades.
  • Prohibir el auto Según Gehl, el automóvil no es un medio de transporte inteligente, aún menos en ciudades que tienen arriba de 10 millones de habitantes, declarando que “los buenos días del auto han terminado”.

Se tienen que hacer ciudades para las personas. Es cierto que las metrópolis tienen algo qué ofrecer a todos, sin embargo, para empezar a ejecutar esa idea, la planeación de las mismas debe renovarse y humanizarse, impulsando la idea que a las autoridades correspondientes les importa una mejora en la calidad de todos los ciudadanos a través del progreso urbano, sin discriminar extracto social, económico, o ningún otro motivo.

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Con información de Plataforma Urbana.

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