Los ciclistas de las urbes se exponen a mayores riesgos de salud que otros usuarios de las calles.
Por Pablo Hernández Lodigiani | @Pablohelo
Los ciclistas de las ciudades modernas son los usuarios más vulnerables de las calles, esto debido al desgaste físico que demanda utilizar la bicicleta como medio de transporte.
Investigadores del London School of Medicine determinaron en 2011 que debido a que andar en bici requiere de un mayor esfuerzo que caminar, los ciclistas inhalan más del doble de contaminantes que inhala un peatón en un viaje similar, por lo que se recomendó optar por nuevas medidas sanitarias o evitar puntos de tránsito pesado para no padecer de un ambiente más tóxico.
Por su parte, estudiosos de la Cambridge University en Inglaterra mencionaron que en el 99 por ciento de las urbes del mundo, los beneficios de salud adquiridos por andar en bicicleta son, en algunos casos, rebasados por los daños que causa la contaminación del aire.
El Dr. Marko Tainio, quien monitoreó un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud (OMS-WHO), reiteró que, en Delhi, una de las metrópolis más contaminadas del mundo, con niveles de polución diez veces mayor a Londres, la gente necesitaría andar en bicicleta por más de cinco horas para que los riesgos de salud sobrepasen a los beneficios que utilizar la bicicleta otorga, no obstante, en un mundo donde se piensa en ciudades peatonales y abiertas para el uso de la bicicleta, valdría la pena poner estas contrapartes en perspectiva para analizar el futuro que se aproxima sin dejar de promover a la bicicleta como el mejor modo de transporte.
Científicos de la Kings College en el Reino Unido determinaron en un estudio realizado en 2015, que 9 mil 500 muertes anuales en el país se deben a la contaminación del aire.
Sin miedo a moverte en bici
A pesar de que este notable problema viene creciendo en las ciudades modernas, elegir a la bicicleta como medio de transporte continúa siendo un ejercicio inteligente y saludable, ya que ejercita el cuerpo, ataca al sobrepeso y al dolor muscular, impulsa comunidades activas, y alarga el promedio de vida en los ciudadanos.
Parece ser que andar en bici representa un debate entre beneficios y riesgos, más debemos atender y reconocer todos los pros y contras de esta práctica ciudadana, no para dudar si vale la pena fortalecerlo, sino para prepararse y fomentar el ánimo de recorrer las ciudades en dos ruedas, ayudándonos físicamente y como comunidad integral.
