A pesar de que no hay un método universal para evaluar calles, existen ciertos indicadores que permiten que esto se realice.
Por Pablo Hernández Lodigiani > @Pablohelo
La Asociación Nacional de Funcionarios de Transporte de Ciudad (NACTO, por sus siglas en inglés) comparte cinco indicadores que sirven para evaluar la utilidad de una calle, enfocándose en su uso como corredor de transporte, espacio público y generador de inversión.
Si bien no existe un prototipo para examinar la funcionalidad de las calles y las banquetas de las ciudades, podemos seguir estas cinco proposiciones para medir qué tan eficaces son las vías de la capital.
- Seguridad
La seguridad de las calles se puede determinar calculando la distancia de la calle y el número de accidentes que suceden por kilómetro en esa avenida, así como el número de acciones que deben realizar los peatones, ciclistas y conductores para evitar accidentes y garantizar la seguridad integral. La garantía de protección en la calle también se define por qué tan bien están marcados los cruces, las líneas peatonales y las señalizaciones entre la ruta y la banqueta.
- Flujo de gente
Se le define espacio público a un sitio que tiene justo eso: gente. En las calles de la CDMX es difícil garantizar la comodidad y seguridad de los peatones en la vía pública. NACTO define que la cantidad de espacios que sean destinados a la actividad social, cívica y comercial definen a esa calle como un espacio público. El segundo indicador es la calidad de estos servicios, es decir, si existe este movimiento en la vía pero no puede practicarse con seguridad y serenidad, la vía falla como tal.
- Medio Ambiente
Las calles deben incluir espacios verdes y de actividades física para determinar qué tan sustentable y responsable es con el medio ambiente. Además de esto, NACTO sugiere que cada remodelación de las calles debe hacerse para competir con el automóvil y no para deteriorar la velocidad peatonal. La calle y su remodelación debe sumar y apoyar a la salud de los habitantes de las ciudades, más no complicar –aún más– la circulación.
- Movilidad
La distribución ecuánime de vías, la densidad del tránsito en diferentes días y horarios (laborales, festivos y fines de semana), y la cantidad de tiempo que tardan en circularla los usuarios son los indicadores para determinar la eficiencia de movilidad que tiene la ruta. Para este señalamiento, NACTA propone medir qué tan bien cubre la red de transporte público –en conjunto– las rutas de los ciudadanos; que la cantidad de estacionamientos para autos particulares tenga relación con el flujo de peatones en la vía; y cuánto tardan los usuarios en su traslado diario, así como la facilidad de acceso del transporte en los diferentes barrios de la ciudad.
- Productividad económica
La cantidad de comercios que existen en una calle es un importante factor para medir su rentabilidad, productividad y flujo económico. El hecho de que una calle cuente con pocos vehículos en circulación refleja que los viajes se están realizando en menos tiempo y que es posible destinar unidades de transporte a otras rutas de la ciudad.
NACTO reúne a los departamentos de tránsito vehicular de 45 ciudades para crear un sentido de responsabilidad y práctica para el diseño de las calles y transportación. La publicación que incluye estos indicadores está en el capítulo “Medir una calle” del estudio titulado “Guía de Diseño de Tránsito de una Calle”, dedicado a evaluar la productividad de las rutas públicas en las ciudades, percibiéndolas como foco de inversión y espacio de utilidad para el público general.