La red social más popular del mundo podría ayudar a entender mejor el entorno ciudadano que nos rodea.
Por Pablo Hernández Lodigiani > @Pablohelo
Las redes sociales, especialmente Instagram, están sirviendo como medidor de felicidad e identificador de tendencias urbanas que se presentan entre los habitantes de las urbes.
La actividad social e interactiva de los más de 500 millones de usuarios que consumen todos los días el material de Instagram podría empezar a ofrecer detalles valiosos sobre los lugares que más se disfrutan en las ciudades alrededor del mundo, al mismo tiempo que entendemos las nuevas modas que surgen en nuestro contexto diario, imaginando originales soluciones para los retos habituales.
Por su parte, John D. Boy, investigador holandés, colaborador de Plos One, una publicación científica inaugurada en 2006, aseguró que la información disponible en Instagram permite identificar la formación de subculturas, las preferencias sociales, las zonas predispuestas a la segregación social y estrategias de distinción en varios puntos de la ciudad que posibilitan la generación de nuevas proposiciones ciudadanas.
Estos datos pueden arrojar resultados que representen posibilidades –o limitaciones– que tiene la metrópoli estudiada.
La red social más utilizada
Desde que se lanzó Instagram formalmente en 2010, ha recaudado a más de 200 millones de usuarios alrededor de todo el mundo compartiendo más de 70 millones de fotos cada día.
La cantidad de actividad que se genera en esta plataforma virtual abre las ventanas de posibilidades para nuevas dinámicas urbanas, que a largo plazo, podrían ayudar a entender a nuestra comunidad, al entorno y a los lugares que más animan a la ciudad que llamamos hogar.
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