Hace un par de meses, se llevó a cabo en Buenos Aires, Argentina, una mesa de discusión sobre seguridad vial en América Latina, en el que participaron más de 150 personas, de 17 países de la región.
En dicha cumbre, los asistentes y ponentes llegaron a varias conclusiones, de las cuales podemos destacar las siguientes áreas de oportunidad en materia de seguridad vial, en nuestro continente:
- Reacción rápida, efectiva y coordinada, ante imprevistos
Desde la implementación de medidas para reportar siniestros o emergencias vía sms o redes sociales, hasta la colaboración de todas las dependencias gubernamentales pertinentes. Lo anterior, ya que los participantes denunciaron que las prácticas suelen variar de ciudad en ciudad o que inclusive los esfuerzos son entorpecidos por no realizarse de manera coordinada.
- Actuar de manera integral
La planificación urbana debería tener en cuenta un diseño enfocado en los peatones o ciclistas, que facilite la atención necesaria en caso de que la integridad de éstos, sea comprometida. Además, se habla de que las grandes urbes latinoamericanas suelen enfocar sus esfuerzos en aminorar o atender los daños causados por accidentes viales, más que en desarrollar medidas para prevenirlos.
- Contar con una base de datos completa y confiable
Una de las razones por las que las estrategias no suelen ser bien encausadas, según los expertos, es porque no se cuenta con una base de datos que permita dar seguimiento y solución a los accidentes, por lo que si esto cambiara, no sólo se podrían tomar mejores desiciones preventivas, sino que se podrían comparar las cifras de cada ciudad.
- Normas y señalizaciones más homogéneas
Precisamente hablando de la colaboración entre ciudades, el hablar de la armonización de los señalamientos y reglamentos de éstas, generaría una mejor familiarización de los usuarios, para que el entendimiento sea más amigable y globalizado.
- Más y mejor diálogo en la región
Como el subtítulo indica, no hay mejor propuesta que la colaboración entre ciudades y naciones, para fomentar mejoras colectivas en la región. Y es que si bien es cierto que los puntos anteriores son vitales, ninguno de ellos podría llevarse a cabo sin que exista el diálogo entre los involucrados.
Fuente: Moviliblog
