Colocar películas en las ventanas de los edificios permite aprovechar al máximo la luz natural y ahorrar hasta 15% de energía eléctrica.
Por Juan Carlos Machorro > @juanmachorro
Se estima que las películas protectoras para cristal propician un ahorro energético de 5 a 15% del consumo total de un edificio, informó la marca LLumar de Eastman Company, que por el fomento de estas tecnologías cuenta con la certificación de FIDE B.
Estas películas de protección solar tienen la capacidad para crear condiciones de potencial ahorro de energía eléctrica en edificios e instalaciones arquitectónicas.
La tecnología detrás de este potencial ahorro proviene de la calidad de las películas reflectivas, metalizadas y neutras, que rechazan hasta el 79% del calor que reciben las ventanas disminuyendo el uso de aire acondicionado. De esta forma, los costos de facturación por mantenimiento y consumo de luz se reducen significativamente.
Víctor Fernández, Gerente de Sustentabilidad Estratégica LAR, explicó que “en el área arquitectónica, las compañías buscan nuevas formas de mejorar la eficiencia de energía y proveer mayor confort a los usuarios. Por ello, se busca ofrecer productos innovadores en el mercado arquitectónico, como LLumar, que cumple con estas funciones y que tienen un impacto positivo para los usuarios y el ambiente a corto y largo plazo”.
Dijo que la instalación de películas LLumar, además del uso eficiente de recursos energéticos, es una alternativa para el cuidado de la salud y el incremento de la productividad en el espacio laboral por su capacidad de proteger a los ocupantes de los dañinos rayos UV que causan cáncer en la piel, generando un ambiente cómodo y fresco, ideal para elevar la competitividad laboral.
De acuerdo al departamento de energía de los Estados Unidos, un tercio de la carga de enfriamiento en un edificio típico se produce por el calor que se filtra por las ventanas y que un 75% de las ventanas existentes no son eficientes para el ahorro de energía.
Para ayudarle a conseguir sus objetivos de un edificio menos contaminante, es que se deben usar este tipo de películas que entre sus beneficios destaca la reducción del calor generado por la energía solar hasta en un 85%; bloquea del 99% de los dañinos rayos UV; mejora el confort de los ocupantes reduciendo el calor y brillo y; Low-E (baja emisión) películas de propiedades aislantes mejoradas que brindan un año completo de ahorros.
Además del control térmico, las películas mejoran la apariencia y aprovechan al máximo la luz natural durante el día, reduciendo así la necesidad de utilizar persianas o cortinas.
LOS 5 EDIFICIOS MÁS INTELIGENTES EN MÉXICO
Torre BBVA Bancomer, Torre Reforma y Reforma 509 se encuentran entre los cinco edificios más inteligentes y más sofisticados de México gracias a la tecnología que han usado en sus procesos constructivos.
La segunda etapa de Plaza Carso y el complejo de Grupo Danhos en Toreo, complementan el grupo ubicado en la Ciudad de México que cubre altas especificaciones técnicas y que buscan el confort de los usuarios finales y los ubica entre los más amigables con el ambiente, según el Instituto Mexicano del Edificio Inteligente (IMEI).
En la Ciudad de México existen aproximadamente 7 millones de metros cuadrados de edificios de oficinas, y de ellos, 3 millones son catalogados como B y C, es decir, no cuentan con el nivel de automatización o inteligencia, de acuerdo con Jorge Hagg, director de desarrollo de producto de Scheneider Electric y expresidente del IMEI.
Los restantes 4 millones de metros cuadrados corresponden a edificios A o A+, que tienen algún nivel de inteligencia en cuanto a automatización, seguridad o infraestructura. Aunque la concentración está en el Distrito Federal, se ven cada vez más edificios con algún grado de inteligencia en Monterrey y Guadalajara.
THE EDGE, EL EDIFICIO MÁS INTELIGENTE DEL MUNDO
The Edge en Ámsterdam, Holanda, es catalogado como el edificio más inteligente del mundo. Todo comienza con una aplicación de smartphone desarrollada por la consultora Deloitte: desde el momento en que te despiertas, estás conectado. La aplicación comprueba su agenda, el edificio reconoce su auto al llegar y le indica un lugar para estacionarlo.
Luego, la aplicación encuentra un escritorio para el usuario porque en The Edge no existen escritorios fijos, nadie lo tiene. Los espacios de trabajo se establecen en función de sus actividades: un escritorio para estar sentado, una mesa para estar de pie, una cabina de trabajo, una sala de reuniones, un asiento en un balcón, o una sala de juntas.
