La alcaldesa parisina Anne Hidalgo planea hacer gratuito todo el transporte público para reducir la contaminación del aire.
Para la alcaldesa parisina es importante mejorar el transporte público y no solo hacerlo más extenso, más regular y más cómodo, sino también se debe repensar el sistema de tarifas.
Eso podría significar que los pasajeros no pagarían por el sistema de metro, autobús o tren suburbano en un área metropolitana que alberga a más de 11 millones de personas, convirtiendo a la región de París en la zona de tránsito público gratuito más grande del mundo.
No es la primera vez que se plantean ideas como esta: Gran Bretaña prohibirá todas las ventas de vehículos de gasolina y diesel para 2040.
Sin embargo, las cuentas podrían no cuadrar para materializar este proyecto.
La venta de entradas trae representan 3 mil millones de euros al año. De hacer gratuito el transporte, se produciría un agujero en las finanzas de la capital francesa.
Pero los potenciales beneficios son igualmente enormes: aire más limpio, menores costos de atención médica, caídas drásticas de las emisiones de carbono. También existe la posibilidad de que el tránsito libre para todos haga que París sea tan agradable y fácil de vivir que resulte irresistible para los inversores.
Un estudio de 2015 de Eurostat, la agencia de estadísticas de la UE, mostró que París posee uno de los niveles más altos de uso del transporte público en Europa, con más del 60 por ciento de las personas que usan el metro, los autobuses y el sistema de trenes.
Al mismo tiempo, un poco más del 25 por ciento de las personas dijeron que usan su automóvil para viajar.
La alcaldesa se refirió a los planes alemanes para el transporte público gratuito y dijo que algunas ciudades europeas ya lo tienen, en particular la capital de Estonia, Tallin.
El gobierno alemán está considerando planes para hacer que el transporte público sea gratuito en las ciudades que sufren problemas de calidad del aire. Quiere probar la medida en cinco ciudades, incluidas Bonn y Essen.
Anne Hidalgo ha impulsado una serie de medidas para reducir la contaminación urbana, que incluyen convertir las carreteras a lo largo del río Sena en parques públicos y construir más carriles para bicicletas.
Para 2020, París planea prohibir todos los automóviles de gasolina y diesel desde el centro de la ciudad.
En los últimos años, París ha impuesto restricciones de manejo basadas en matrículas para retirar hasta la mitad de los automóviles de las carreteras cuando la contaminación está en niveles máximos.
Fuente: arq.com.mx
