Los representantes de 197 países lograron acordar las reglas que permitirán aplicar el Acuerdo de París contra el cambio climático, durante la cumbre del clima (COP 24) que se desarrolló en la ciudad de Katowice, en Polonia.
Tras largas negociaciones durante 13 días de reuniones, la comunidad que se reunió en la cumbre climática consiguió pactar el denominado «libro de reglas» que regirá la lucha contra el calentamiento global durante las próximas décadas.
El documento final incluye una referencia al informe científico que apela a la importancia de concretar cambios «urgentes y sin precedentes» para limitar el aumento de la temperatura del planeta a 1,5 grados.
Tras anunciar el acuerdo, el presidente de la COP24, el polaco Michal Kurtyka, afirmó que el trabajo durante esta cumbre se ha guiado por “un sentido de responsabilidad con la Humanidad y con el bienestar del planeta, que nos acoge a nosotros y acogerá a las generaciones futuras”.
Por otra parte, en el Acuerdo de París se creó el marco general (que incluye los objetivos y marca las vías para intentar conseguirlos), pero faltaba el desarrollo técnico, que debe completarse antes de 2020, cuando caduca el Protocolo de Kioto y entra en funcionamiento el Acuerdo de París.
También en el acuerdo se tiene como objetivo de que a partir de 2020 los países más ricos contribuyan a un fondo de 100 mil millones de dólares para ayudar a los Estados con menos recursos a adaptarse a los impactos del cambio climático.
La Cumbre de Katowice
El objetivo de la Cumbre del Clima de Katowice era elaborar una estrategia para poner en funcionamiento el Acuerdo de París que fijo la meta para reducir los efectos del cambio climático; el cual fue firmado en 2016, donde se establecía que para el año 2020, los países debían reducir sus emisiones para llevar la temperatura global a 2 grados menos que en la época preindustrial.
El “libro de reglas” acordado durante la cumbre establece por primera vez un sistema común de seguimiento para que cada país pueda medir el progreso de sus medidas de mitigación, adaptación y financiación al cambio climático con unas directrices comunes para todos, aunque con margen para los países en desarrollo que lo necesiten en función de sus diferentes capacidades.
Así cada país presentará un informe cada dos años que incluirá un inventario de las emisiones y absorciones de gases de efecto invernadero siguiendo unas métricas comunes y el seguimiento de los progresos en materia de mitigación de lucha contra el cambio climático de acuerdo con las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDCs, por sus siglas en inglés) remitidas por cada país a la convención de cambio climático de la ONU, con un sistema robusto de indicadores y contabilidad.
Los países no han cerrado un pacto político ambicioso que inste a acometer recortes drásticos de las emisiones; pero si solo se considera el apartado más técnico (el desarrollo de las reglas), la mayoría de los objetivos se han alcanzado.
Para Teresa Ribera, ministra española para la Transición Ecológica, destaco como un éxito que en la Cumbre de Katowice todos los países hayan acordado las reglas del pacto de París.