El gasolinazo puede ser una política pública benéfica para el medio ambiente y la salud de la población, asegura el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEDMA).
Por Andrea Peniche > aneapt
Para que México luche contra el cambio climático y la contaminación, debe poner en marcha acciones como sustituir fuentes fósiles por energías renovables e impulsar una estrategia de movilidad sustentable por medio del desarrollo de un modelo de transporte limpio, seguro, eficiente y no motorizado.
Por eso, la eliminación de subsidio a los precios de la gasolina es una política pública benéfica para el medio ambiente y la salud de la población pues desincentiva el consumo del vehículo y motiva a los consumidores a adquirir autos más eficientes (eléctricos e híbridos), al tiempo que promueve el uso y mejoramiento del transporte público y la bicicleta, asegura el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEDMA).
En un comunicado de prensa, afirman que estudios especializados demuestran que los subsidios generalizados al combustible son regresivos pues se concentran desproporcionalmente en los grupos de población con ingresos más altos. De hecho, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), por cada peso del subsidio a la gasolina que recibe un individuo perteneciente al 10% de la población con menores ingresos, una persona en el 10% más rico se lleva 32 pesos. Este segmento es justamente el que tiene mayor posibilidad de adquirir y utilizar intensivamente automóviles y camionetas.
No obstante, la organización reconoce que el gasolinazo trae consigo fuertes impactos en lo económico y social pues México es un país donde más de la mitad de la población se encuentra en alguna condición de pobreza y por ello no es posible reducir el tema del alza de las gasolinas al beneficio ambiental.
En ese sentido, consideran que antes de tomar esa medida, hubiera sido pertinente actuar con sensibilidad social, así como diseñar e implementar las políticas públicas que, con la antelación debida, dieran los pasos necesarios para prever y minimizar los impactos sociales.
¿Cómo puede redituar el gasolinazo en beneficios?
CEDMA señala que para que el gasolinazo pueda redituar en beneficios ambientales y sociales reales, las ciudades deben estar orientadas a ser sustentables y bajas en carbono para que la gente no dependa del automóvil y así no se vean afectadas por el incremento en el combustible.
También una propuesta es que en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) se destinen recursos al transporte público limpio, seguro y eficiente, así como a la promoción de la movilidad no motorizada, en lugar de destinarlos hacia la construcción de más carreteras e infraestructura para los automóviles privados.
De igual forma, consideran necesario asegurar que el gasolinazo no afecte a los sectores de menores ingresos y para ello, se deben generar alternativas viables para que los servicios que dependen altamente del uso de los mismos, puedan transitar a un modelo bajo en carbono. Es indispensable también que los ingresos provenientes del consumo de gasolina se dirijan, de forma eficaz, estratégica y transparente, a impulsar el desarrollo de alternativas energéticas, es decir, a reducir la dependencia de la economía nacional a los combustibles fósiles y apostar por una transición energética que impulse el desarrollo nacional desde una perspectiva sustentable para todas las actividades económicas que actualmente dependen de los combustibles fósiles, como el transporte y la generación de electricidad.
Otra medida es otorgar incentivos fiscales o préstamos blandos para poder adquirir vehículos de bajo consumo de combustible; además de que las dependencias responsables de desarrollo urbano, transporte y medio ambiente, deben desarrollar un modelo de ciudades compactas y una estrategia de movilidad urbana sustentable.
