Los edificios del futuro hechos con impresoras 3D serán más altos que una montaña y limpiarán el aire a su alrededor.
Por Juan Carlos Machorro > @juanmachorro
La compañía Arconic, dedicada a la ciencia de materiales de construcción, ha reunido a científicos, futurólogos y al director de cine Justin Lin (The Fast and the Furious y Star Trek Beyond) para plantear y dar forma a proyectos que puedan existir en el año 2062.
Entre estos proyectos se encuentra la construcción de un rascacielos de 4,8 kilómetros de altura capaz de limpiar el aire para reducir la contaminación. Planear levantarlo con técnicas como la impresión 3D y utilizando materiales que ya existen en el mercado en la actualidad, así como otros que todavía se están desarrollando, con la finalidad que el colosal invento sea eficiente energéticamente.
Entre los materiales que se utilizarán para este rascacielos se encuentra el “EcoClean”, un revestimiento desarrollado en 2011 que aprovecha el vapor de agua y la luz solar para que, al mezclarse con los químicos que componen el propio material, se descompongan las moléculas contaminantes y el aire circundante se purifique.
De esta manera, el propio edificio servirá como un punto de limpieza del aire que le circunde, y que dicha situación se pueda replicar en construcciones en los nuevos polos urbanos del futuro cercano.
Sherri McCleary, una de las principales científicas de la compañía, afirma que el revestimiento funcional no solo proporciona beneficios por su estética y para el mantenimiento, sino también al medio ambiente porque reduce la polución alrededor del edificio.
Actualmente la torre más alta del mundo se llama “Buri Khalifa“, está ubicada en Dubai, Emiratos Árabes y tiene una altura de 830 metros, mientras que la torre a la que se refiere este proyecto ha sido bautizada como “The Jetson”, en homenaje a la serie animada de 1962 conocida como “Los Supersónicos” y se podrá comparar más con montañas naturales que con los actuales rascacielos.
Para este proyecto, los expertos se han inspirado en la serie futurista y se han proyectado al 2062, una fecha que casualmente coincide con sumarle cien años a la primera emisión de los dibujos animados en Estados Unidos.
Otros proyectos que Arconic tiene en mente incluyen vehículos voladores y naves que exploren el espacio. Pero antes de que sus ideas sobre el papel se materialicen en ese 2062, primero se deben resolver problemas actuales como la resistencia de diferentes materiales a fuertes vientos y climas adversos.
EDIFICIOS Y PLANTAS, LA INTERACCIÓN DEL FUTURO
El neurocientífico y escritor Adrian Hon, dijo que la arquitectura del futuro tendrá mayor interacción con las plantas, al poder incorporarse a los mismos edificios en sí mismos.
Explicó lo anterior en base a que la naturación de los edificios es una tendencia. Un caso de ello es la torre Tao Zhu Yin Yuan (El Retiro de Tao Zhu) en Taipei, capital de Taiwan. La torre es una hélice retorcida cubierta con 23 mil árboles y arbustos. Que se afirma que absorberá 130 toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año. Taiwán generó más de 250 millones de toneladas de CO2 en 2014.
ALIANZA GLOBAL PARA LOS EDIFICIOS VERDES
El sector de la construcción inmobiliaria realiza el 32 % del consumo total de energía y del 19 % de las emisiones de gases de efecto invernadero del planeta y, es un candidato clave para la mitigación global del cambio climático.
Para trabajar en este rubro, el Consejo Mundial de Construcción Sostenible, puso en marcha la Alianza Mundial para los Edificios y la Construcción, que se comprometió públicamente a ayudar a los países a cumplir sus contribuciones determinadas a nivel nacional a través de la construcción sostenible.
Al respecto, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, entidad de financiamiento de importancia clave, anunció la asignación de 23 millones de dólares en financiamiento para dos iniciativas, el Acelerador de Eficiencia Energética en Edificaciones y el Acelerador de Energía Distrital.
Lo anterior tiene el fin de terminar con las malas percepciones, pues un estudio realizado por el Consejo Mundial de Construcción Sostenible demostró que los promotores inmobiliarios tienen la impresión de que los costos de construir en forma sostenible son hasta un 30 % más altos que en la realidad.