El suelo de conservación es nuestra principal fuente local de agua en la CDMX, la cual ocupa poco menos de 150 mil hectáreas, lo que representa la séptima parte de la Cuenca de México. A pesar de su breve extensión, alberga una gran riqueza ecológica y cultural, que da a nuestra sociedad enormes beneficios ambientales y sociales.
Nuestro territorio se divide en suelo urbano (SUDF) y suelo de conservación (SCDF). El suelo de conservación se localiza principalmente al sur y surponiente de la CDMX. En el SCDF habita casi una cuarta parte de la población de la CDMX.
El SCDF es una región crítica vital para el bienestar de quienes vivimos en la ciudad y la Zona Metropolitana, por los servicios ambientales que nos da, entre ellos, la recarga de los mantos acuíferos. Se calcula que de estas fuentes obtenemos entre 60 y 70% del agua que consumimos y que la capacidad de infiltración al acuífero es de 165 millones de m3/año, cantidad muy importante para la recarga de los mantos acuíferos. También, es importante mencionar, que en el SCDF se aprovechan 76 manantiales con un caudal de 850 l/seg., los cuales abastecen de agua a los poblados rurales y las zonas urbanas del surponiente de la ciudad.
Fuente: SEDEMA