Las personas en situación de pobreza son más vulnerables a los efectos del cambio climático y a pesar de ello, sólo reciben el 10% de los recursos invertidos para hacer frente al problema.
Por Juan Carlos Machorro> @juanmachorro
Una investigación del Instituto Internacional para el Medio Ambiente y el Desarrollo (IIED, por sus siglas en inglés) sobre los fondos destinados a ayudar a las comunidades más pobres a adaptarse al cambio climático y adoptar fuentes de energía limpias, ha revelado que solo el 10 por ciento de lo invertido llega realmente a los más necesitados.
En parte se debe a que estos fondos internacionales están optando por colaborar con bancos de desarrollo y grandes agencias internacionales con capacidad de gastar rápidamente millones de euros en lugar de invertir en proyectos a pequeña escala o iniciativas de los Gobiernos de los países implicados, según este informe del IIED, organismo originario de Londres, Inglaterra.
La incapacidad de diseñar y evaluar proyectos a nivel local y para cumplimentar los complejos formularios para acceder a este dinero es otro de los problemas identificados por la investigación del IIED. Otro obstáculo es la falta de un objetivo concreto en el Acuerdo de París contra el cambio climático, que no especifica nada sobre la inversión a nivel local.
De acuerdo a las Naciones Unidas, los pobres que están apenas por encima de la línea de pobreza son las más vulnerables a los efectos del cambio climático pues tienen menos recursos para adaptarse o recuperarse rápidamente de las crisis y, a menudo, residen en áreas que corren mayor peligro.
«Es necesario comprender cómo llevar el dinero a donde importa, afirmó la directora de cambio climático del IIED, Clare Shakya, una de las autoras del informe.
De hecho, las consecuencias del cambio climático impactan con mayor fuerza en los países pobres y el medio rural; este fenómeno es conocido como la «brecha adaptativa». Según el IIED, en los países desarrollados, el ciudadano está más protegido, pero en los países pobres, la población está más expuesta a los cambios derivados del cambio climático, como por ejemplo el resurgimiento de enfermedades que se transmiten por insectos.
Los países ricos han prometido donar o movilizar 100 mil millones de dólares al año para 2020 para ayudar a los países pobres en la transición hacia las energías limpias y a adaptarse al agravamiento de las sequías, el aumento de las inundaciones y la crecida del nivel del mar causados por el cambio climático.
ESTADOS UNIDOS FRENA SU APOYO EN CAMBIO CLIMÁTICO
Por ejemplo, Estados Unidos ha prometido 3 mil millones de dólares al Fondo Climático Verde, pero hasta ahora solo ha aportado mil millones. De hecho, el nuevo presidente estadounidense, Donald Trump, ha insinuado que no va a haber nuevas aportaciones y que retirará al país de los acuerdos climáticos.
Al Respecto, Alan Gordon, Tesorero adjunto del Estado de California, indicó que son necesarios 93 billones de dólares en inversión para que la economía mundial deje de emitir carbono y se puedan evitar efectos catastróficos en el mundo.
Detalló que «el señor Trump insulta a la ciencia al decir que el cambio climático no es real, si la tierra aumenta su temperatura dos grados habrá fuertes efectos económicos, ya los estamos viendo con las catástrofes naturales».
GESTIÓN LOCAL
Sin embargo, hay algunos ejemplos de utilización y gestión adecuada de los fondos internacionales contra el cambio climático como ponen de manifiesto los casos de Malí y Senegal, donde el IIED y la Near East Foundation han impulsado la creación de seis fondos de 700 mil dólares cada uno para ayudar a las comunidades locales a mejorar su capacidad ante la variabilidad climática y las catástrofes.
Estos fondos son gestionados por los gobiernos locales y permiten a las comunidades elegir las acciones que consideran más adecuadas. En Senegal, por ejemplo, una comunidad cuya subsistencia depende de las salinas, ha utilizado el dinero para plantar árboles compatibles con la sal para proteger el estuario donde trabajan.
QUIÉNES CORREN MÁS RIESGO EN LA CIUDAD DE MÉXICO
De acuerdo a la UNAM, los habitantes de las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tlalpan son los más afectados por fenómenos naturales y que con el cambio climático, estos hogares recibirían con menor frecuencia agua potable (una reducción de casi cinco días al mes), tendrían menores ingresos (una reducción de 1,493 pesos al trimestre) y mayores dificultades para acceder a los alimentos (una reducción del gasto alimentario de 358 pesos al mes).
EL CASO DE ETIOPÍA
La falta de aportaciones económicas es un problema para países como Etiopía, que calcula que necesitará 7 mil 500 millones de dólares al año para hacer una transición a las energías limpias. Sin embargo, hasta ahora recibe entre 100 y 200 millones al año, ha indicado otro investigador del IIED, SaleemulHuq.
A pesar de eso, hay un claro impulso de la utilización de las energías hidráulica, eólica, solar y geotermal y hay proyectos en marcha para la adaptación al cambio climático en previsión de sequías, ha subrayado el coordinador del Foro Cambio Climático-Etopía, GebruJemberEndalew.
Etiopía está ahorrando dinero con la incorporación de los proyectos de energía limpia a los proyectos estatales en lugar de impulsar cada iniciativa como un proyecto independiente basado solo en la financiación internacional.