Cuauhtémoc, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Benito Juárez son las delegaciones más ruidosas de la CDMX.
Por Óscar Rojas > @oskar_rojasv
El ruido está presente en la ciudad por todos lados: en el rugir de los motores de los vehículos, en el uso de las maquinarias industriales y de los aparatos electrodomésticos, en la música a gran volumen del vecino o en los aviones que surcan en descenso hacia el aeropuerto. Todo este coctel sonoro provoca contaminación auditiva.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 76% de la población que vive en las grandes ciudades sufre un impacto acústico muy superior al recomendable y esto afecta su calidad de vida. Los síntomas de esta contaminación sonora son: estrés, irritabilidad, hipertensión, dolores de cabeza, taquicardias, fatiga, sordera, aceleración respiratoria y cardiaca, males cardiovasculares, problemas del sueño y molestias digestivas, entre otros.
En el año 2011, la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México y la Universidad Autónoma Metropolitana desarrollaron el proyecto: “Elaboración del primer mapa de ruido y conformación de la red piloto de monitoreo de ruido para la Zona Metropolitana del Valle de México”, para medir la contaminación auditiva a la que están sometidos los capitalinos.
Los resultados sobre la contaminación auditiva fueron los siguientes:
- Las delegaciones más afectadas son: Cuauhtémoc, Coyoacán, Miguel Hidalgo y Benito Juárez.
- La zona norte de la ciudad de México es la más afectada por el ruido.
- 42.7% de la ciudad presenta niveles aceptables de ruido.
- 42.8% de la ciudad califica con niveles tolerables.
- 7.2% de la ciudad reporta niveles inaceptables.
El ruido está considerado como un agente contaminante del mundo moderno y, en México, éste ha provocado que entre un 4.4 por ciento y un 6.1 por ciento de la población sufra discapacidad auditiva, de acuerdo con la OMS.
Esto representa un gran reto para generar políticas públicas que mitiguen la problemática que padecen los habitantes de la Ciudad de México, por lo cual se hace indispensable contar con las herramientas necesarias que permitan la toma de decisiones para generar un hábitat más amigable.
¡Urge medir la contaminación auditiva de la CDMX!