El cuidado del medio ambiente se ha convertido en una prioridad; en la búsqueda por frenar el cambio climático y hacer frente a los efectos negativos que vive actualmente nuestro mundo se han comenzado a buscar soluciones y a desarrollar tecnologías sustentables que mejoren la calidad de vida de los habitantes de las urbes.
La razón
Los salarios que se pagan en todas las urbes no son iguales. En la CDMX el salario mínimo de un trabajador es de 80,04 pesos -desde el 1 de enero del 2017, pues aumentó 7 pesos a finales del 2016. Eso quiere decir que en México el salario mínimo anual es de 911.7 dólares al año, lo que lo coloca con el país con las percepciones más bajas entre los integrantes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En comparación, Luxemburgo (una de las ciudades más ricas de Europa) tiene un salario que alcanza más de 23 mil dólares anuales, lo que quiere decir que es 11 veces mayor al de nuestro país.
De hecho, según la OCDE, Luxemburgo está dentro de los 7 países más sustentables junto con Finlandia, Noruega, Alemania, Islandia, Reino Unido y Suecia, mientras que México dentro de los 7 menos sustentables junto con Chile, Turquía, Grecia, Israel, la Federación Rusa y Polonia.
Esa razón es suficiente para demostrar que no todas las personas en el mundo pueden adquirir tecnologías sustentables ya que depende mucho de los ingresos que obtienen las necesidades básicas que deben cubrir antes de pensar en la adquisición de tecnologías que, además, tienen un mayor costo que las convencionales.
Ejemplos concretos
Comprar un automóvil del año con motor de gasolina o diesel cuesta alrededor de 190 mil pesos, mientras que un automóvil eléctrico puede ir desde los 590 mil pesos hasta los 800 mil aproximadamente.
Pero eso no es todo, este tipo de vehículos sustentables necesitan recargarse en estaciones especiales o directamente desde el hogar; para poderse cargar completamente se necesitan un voltaje de hasta 220 volts pero el que también es necesario adquirir un adaptador de corriente.
Obviamente los beneficios que un auto eléctrico brinda al medio ambiente son innumerables pero el tema es que no todos lo pueden adquirir, pues tienen otras prioridades que atender y que apenas pueden cubrir con el salario obtenido.
De hecho, el gobierno de la Ciudad de México quiere sustituir todos los taxis por vehículos híbridos o eléctricos que cuestan hasta 500 mil pesos; taxistas concesionados de la capital incluso han criticado esta medida pues tendrían que pagar alrededor de 8 mil pesos durante 60 meses para poder cambiar sus unidades y eso, dicen, no les alcanza y no pueden pagarlo.
Otro claro ejemplo de las ecotecnologías son los jardines verticales que, aunque sí son de utilidad y favorecen el cuidado del medio ambiente con el ahorro de energía y agua, su instalación puede resultar un poco más cara que con un jardín tradicional y es que mantener estas paredes y techos verdes requieren de rehabilitación constante.
Mantener un muro vgerde requiere de podas, impermeabilización, tratamientos preventivos para eliminar cualquier tipo de plaga, lo cual se traduce en inversiones que no todos pueden pagar.
Falta de recursos
Las autoridades de algunas ciudades también tienen dificultades al momento de querer transformarse en lugares sustentables y es que el presupuesto que se les otorga tiene que destinarse a diversas áreas -no sólo al cuidado del medio ambiente- como salud, educación y programas sociales.
Aunado a la falta de recursos está la adquisición de unidades de transporte público sustentables que también tienen un alto costo. Por ejemplo, existen autobuses híbridos y eléctricos -que formarán parte del primer corredor sustentable en Eje 8 -que reducen las emisiones de contaminantes y ayudan a la eficiencia energética, sin embargo cada unidad tiene un costo aproximado de 10 millones de pesos.
La inversión en tecnologías sustentables vale la pena, y mejora la calidad de vida de todas las personas; sin embargo sí es importantes pensar en los costos que implica para un ciudadano el hecho de ser sustentable en una ciudad y que las autoridades sepan distribuir correctamente el presupuesto de acuerdo a las necesidades urgentes de las urbes.
Solución para las autoridades
No todo está perdido para las autoridades de las urbes pues existe una solución para que las ciudades puedan convertirse en lugares sustentables para sus habitantes.
Se trata de los Bonos Verdes que son créditos emitidos por instituciones tanto públicas como privadas, los cuales se usan exclusivamente para financiar proyectos u obras en beneficio del medio ambiente.
De hecho, la Ciudad de México decidió unirse a la emisión de los Bonos Verdes el 15 de diciembre del 2016 y se convirtió en la primera urbe de América Latina en recibir un monto de mil millones de pesos -que pagará en un plazo de cinco años- para poner en marcha proyectos que sirvan para mitigar el cambio climático.
Con ello financiarán la construcción de dos plantas de bombeo en Iztapalapa y una laguna de regulación en Tláhuac; también repondrán ocho pozoz de agua potable, llevarán a cabo obras para solucionar las inundaciones y cambiarán la iluminación por lámparas LED en diversas zonas de la ciudad.
En materia de transporte sustentable, anunciar también la ampliación de la Línea 5 del Metrobús, la adquisición de cuatro trenes para el tren ligero y el mantenimiento en el metro de la ciudad.
Las autoridades de la capital quieren emitir más bonos de este tipo en 2017 para convertirse en una referencia para otras entidades.