Todo lo que nos rodea está compuesto de conexiones. El Universo, las galaxias y los planetas; la Tierra, los ríos y los océanos; los continentes y países; e incluso nuestro propio cerebro está unido por neuronas que transmiten señales y todo, gracias a la conexión.
«Las ciudades inteligentes son aquellas que gestionan sus recursos de manera eficiente el tráfico, los servicios públicos y la respuesta que dan ante los desastres deben ser operados con inteligencia a fin de reducir al mínimo los costos, disminuir las emisiones de carbono y aumentar». Eduardo Paes, alcalde de Río de Janeiro.
Esa misma unión de la que hablo existe también en las ciudades ya que gracias a la globalización y el desarrollo de la tecnología las urbes del mundo y sus habitantes se encuentran interconectados sin límite alguno. Esa conjunción ha permitido que, en comparación con las zonas rurales, exista un fácil acceso a servicios de educación, salud, alimentación, transporte, agua, trabajo y vivienda, lo que las convierte en lugares muy atractivos para vivir.
Por esa razón es que cada vez más personas deciden mudarse a estos entornos; sin embargo, ese crecimiento de habitantes es exponencial y, de hecho, según la Organización de las Naciones Unidas, en el 2050 arededor de 70 por ciento de los seres humanos vivirá en ciudades (dos de cada tres personas), lo que, por ende, ocasionará un incremento en la demanda de todos los servicios.
Ante esa situación, es necesario hacer algo al respecto y encontrar un camino que pueda mantener a esa población que plantea nuevos retos. De no hacerlo, la urbanización creciente podría llegar a dañar el ambiente, y empeorar acelerando el cambio climático.
Más población implica más tráfico, contaminación, inseguridad, mayor generación de residuos y hasta podría impactar de manera negativa en la sociedad ocasionando mayor pobreza y desigualdad. En resumidas cuentas podría perjudicar y traer consecuencias desastrosas en la vida de todos los ciudadanos.
Por eso es necesario encontrar una solución para no agravar los problemas que ya existen en las metrópolis; es urgente tomar medidas para evitar que la situación empeore.
Es justo ahí en donde entra el hecho de crear Smart Cities, es decir, que los actuales entornos urbanos se conviertan en lugares eficientes, sostenibles, ecológicos, solidarios y en donde todos sus sistemas se encuentren completamente unidos con el fin de brindar una mejor calidad de vida a sus habitantes.
Utilizar las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) emergentes es un componente fundamental para ello, ya que permitirá la creación de comunicaciones permanentes entre ciudadanos, empresas y gobernantes; y también se podrán conservar los recursos que se tienen para aprovecharlos mejor. De hecho, se dice que una Smart City hará que todos los recursos de una urbe puedan ser controlados desde cualquier dispositivo inteligente.
Aquellas entidades que desean convertirse en Smart Cities tendrán que tomar en cuenta que sus habitantes deben de estar en el centro del desarrollo y planificación y es que, lo que en realidad define a una ciudad como inteligente, es su capacidad de conocer las necesidades de la población que en ella habita y ofrecer respuestas eficientes para atenderlas; pero sobre entender que no todas son iguales y, por tanto, deben de enfocarse y hacer frente a los retos que cada una tiene. CM