¿Rediseñar nuestras ciudades puede convertirlas en el pulmón del mundo? Una reflexión y propuesta de los especialistas en materia de movilidad.
Por Alfonso Vélez > @avelezig y Jaime Ferrer > @JaimeFerrerA_
En todo el mundo, las ciudades que han basado su modelo de crecimiento pensado en el automóvil particular se encuentran colapsando ambientalmente. Y es que crecer de manera horizontal y sectorial es uno de los principales problemas. La idea de desplazar la vivienda y las fuentes de empleo del centro de las ciudades a las afueras de manera aislada, ha ocasionado que los traslados dentro de la movilidad tengan que ser mayormente en automóvil. En México, por ejemplo, tenemos un promedio de 1.4 personas por viaje, lo que ocasiona un grave congestionamiento vial y, por ende, una gran emisión de gases y micropartículas al ambiente que nos perjudican a todos.
ASÍ TENDRÍA QUE SER UNA CIUDAD
Ya lo dice Jan Gehl en su libro Cities for People: “La ciudad compacta con un desarrollo agrupado alrededor del transporte público, espacios caminables y ciclismo urbano; es la única forma en que una ciudad puede alcanzar un medio ambiente sostenible”. Con tan pocas palabras, Jan define perfectamente la visión de urbe que todos nos tendríamos que estar planteando. Ahora, para que esto se cumpla hay que considerar un plan integral de acción bien estructurado con objetivos medibles a corto, mediano y largo plazos.
CÓMO LOGRARLO…
01 Disponer de una plataforma de SmartMobility que no sólo integre datos de congestión y capas de vialidades conflictivas con base en Space SyntaxR [una aproximación teórica y metodológica que parte del uso del estudio espacio por los seres humanos], sino que además se pueda contar con monitoreo de gases y micropartículas contaminantes a nivel de calle con el fin de determinar las zonas específicas a intervenir y después medir los resultados obtenidos.
02 Urgir a los urbanistas y arquitectos a instrumentar proyectos de zonas caminables como una política pública para el desarrollo de la ciudad. Estos espacios tienen que tener elementos útiles para los ciudadanos, lugares para fomentar la permanencia, no sólo el tránsito; de esta manera sembramos el sentido de comunidad. De igual modo, también deben estar orientados a las necesidades del área, por ejemplo, si es una de oficinas, entonces se requieren sitios en los que la gente pueda trabajar con sus dispositivos o reunirse en grupos; incluso, se pueden hacer pequeños experimentos, como comenta Janet Sadik-Kahn, intervenciones sencillas de bajo costo por un periodo determinado, que pueden resultar en cosas sorprendentes, tal como pasó en Times Square.
03 Ciclovías seguras y basadas en estudios origen-destino a nivel de calle y accesibles, aunque lo ideal es disponer con vías multimodales en las que la bicicleta sea considerada un sistema de transporte más y pueda convivir con los demás usuarios. Por el momento, y para vivir esta transición, al menos en nuestro país y el resto de Latinoamérica necesitamos confinar los carriles ciclistas en las zonas más peligrosas y controlar la invasión a carriles confinados, los excesos de velocidad, pasos de luz roja, uso de celular mientras se maneja e invasión a paso peatonal, de este modo el riesgo de este medio de transporte se disminuye notablemente y, por ende, invita a más y más usuarios a utilizarlo.
04 De la mano del punto anterior, es necesario que todas las grandes urbes dispongan de un sistema de bici pública o bici compartida. Las autoridades deben ver este tipo de proyectos como una inversión en transporte público sustentable y, una vez implementados, promover e involucrar a la sociedad para su uso comunicando todos los beneficios de rodar nuestras ciudades.
05 Iniciar una campaña que involucre al gobierno, sociedad civil y universidades para promover el uso de la bicicleta como transporte de los estudiantes, con más cicloestacionamientos e infraestructura alrededor y dentro de los campus. Si se lograra 10% en el incremento de viajes en bici, el impacto en congestionamiento, contaminación y salud pública sería enorme.
06 Inversión en sistemas de transporte ‘verde’, más líneas de BRT [Bus Rapid Transit, por sus siglas en inglés; sistema de autobús de tránsito rápido] con la última tecnología ambiental en las unidades es esencial. En paralelo, hacer también proyectos de calle completa alrededor de los mismos, donde se arregle la infraestructura de pared a pared, promover desde banquetas anchas y caminables con jardineras y colectores fluviales, hasta sustituir carriles de estacionamiento a extrema derecha por ciclovías confinadas, carriles de circulación y carril de BRT, rescatar el camellón con más y mejor reforestación y, si es posible, un parque lineal con instalaciones para realizar actividad física, iluminación, pasos seguros en las intersecciones con bolardos, guías táctiles, braille y señal auditiva para débiles visuales, rampas para personas con discapacidad motriz, disminución de radios de giro, señalización horizontal y vertical del paso peatonal y estaciones con tecnología para disminución de gases y micropartículas contaminantes.
Por otro lado, es necesario mejorar el resto del sistema de transporte motorizado. Subsidiando los servicios de seguridad y actualización de unidades habrá una mejor eficiencia de combustible y una buena planeación origen-destino que abastezca de manera eficiente el traslado de las personas a las líneas de BRT o a sus destinos finales.
07 Rescatar los espacios públicos. Aquí es necesario aplicar la teoría de mejora del 1%, es decir, todos los esfuerzos cuentan, desde reforestar camellones, pero con técnicas de supervivencia del sembrado, planeación de especies eficientes en la conversión de gases contaminantes a oxígeno, hasta la recuperación de parques y jardines en toda la ciudad que inviten a visitarlos, recorrerlos y cuidarlos.
08 Instalación de tecnología para la reducción de la contaminación. Actualmente existen ya en el mercado sistemas que, por medio de microorganismos, realizan el proceso de la fotosíntesis de manera muy eficiente, de este modo se puede disminuir el CO, CO2, Nox y atrapar las micropartículas contaminantes PM1, PM2.5 y PM10; al mismo tiempo que generan oxígeno, la incorporación de estos dispositivos en puntos estratégicos de alta concentración de gente o de congestionamiento representa una ayuda más a crear ciudades sostenibles.
09 El incentivo al uso de vehículos eléctricos. Hoy día están exentos del ISAN (Impuesto sobre automóvil nuevo), pero esto no es suficiente para poder competir por precio con los de gasolina, por tanto se requiere de más apoyo gubernamental para impulsar su uso. De igual forma, la proliferación de estaciones de carga en restaurantes, estacionamientos y plazas comerciales es más que fundamental.
OTRAS MEDIDAS
Una vez que hayamos logrado todo esto podremos pensar en soluciones más drásticas, como la tarifa de congestión, la cual consiste en la instalación de arcos de detección vehicular en las vías de más alta ocupación, donde se cuenta con una tarifa dinámica que depende del nivel de saturación de la vía; esto ha dado enormes resultados en Singapur, Londres y Estocolmo. Otra medida de gran éxito que Francesc Aragall impulsa es el ‘Peatonbus’ para las escuelas, el cual consiste en que en un diámetro de un km alrededor de una escuela existan múltiples puntos para dejar y recoger a los alumnos, luego éstos caminan hasta el colegio en grupos (en México acompañados por adultos) hasta llegar, tanto al entrar como al salir de la institución, lo cual no sólo descongestiona y libera la contaminación que provoca la dejada y recogida en los planteles de enseñanza, sino que incrementa la salud pública al propiciar el movimiento físico de los alumnos. ¡Soñar no cuesta nada!
Por supuesto, a mediano y largo plazos cambiar la manera en que siguen creciendo las ciudades, con la expansión horizontal y segmentada agravamos los problemas de movilidad y ambiente. Si una persona vive alejada de las zonas de trabajo, escuelas, esparcimiento y transporte público digno, aunque tenga una casa llena de gadgets sustentables: energía y calentador solar, iluminación LED y tratamiento de agua, contaminará mucho más por sus trayectos en auto, que una sin un solo gadget que no tenga la necesidad de desplazarse grandes distancias para satisfacer sus necesidades diariamente. En este sentido una política pública que podría impulsar el INFONAVIT, por ejemplo, es dar crédito no sólo para compra de vivienda, sino para renta de la misma, de esta manera si la persona cambia de trabajo lejos de su casa podría moverse; con el esquema actual está anclado mientras dura su crédito, quizás, 30 años.
Implementar proyectos resilientes, sobre todo para el tratamiento de inundaciones. Así como mencionamos el rescate de parques y espacios públicos, en estos mismos podemos instalar infraestructura resiliente, como canchas o skateparks hundidos que puedan, por medio de un sistema de recolección de excesos de agua en las vías almacenarla para después usarla para el riego de los mismos parques, esto también aplica para estaciones de BRT y plazas públicas, de esta manera creamos ciudades más vivibles y seguras.
Todos estos cambios culturales no son fáciles y recibirán resistencias políticas y sociales, pero recordemos que sólo tenemos dos futuros de ciudad: una colapsada por el congestionamiento vial y la contaminación, y otra sostenible, sustentable y pensada para y por las personas, por eso es indispensable empezar ya a implementar éstas y más acciones. Revertir la catástrofe sería mucho más costoso y tardado, y tal vez llegue el punto de que sea imposible, el reloj de la vida del planeta no se detiene. Tic tac tic tac…
EN CIFRAS:
70% DE LA POBLACIÓN VIVIRÁ EN LAS ZONAS URBANAS PARA EL 2050, ESTO HACE INEVITABLE QUE TENGAMOS QUE REPENSAR NUESTRAS CIUDADES COMO LA ESPERANZA PARA PRESERVAR EL PLANETA